Episodio 30 del podcast Cuentos para Tejer Sueños

En el episodio 30 de Cuentos para Tejer Sueños
compartimos el poético cuento intitulado ‘Las hadas de colores’.

¿Cómo sería un mundo sin cuentos? Es mejor no imaginarlo. Los cuentos forman parte de nuestra vida para que nunca perdamos la fantasía.

En el episodio 30 de Cuentos para Tejer Sueños compartimos el cuento Las hadas de colores. ¿Cómo sería un mundo sin cuentos? Es mejor no imaginarlo. Los cuentos forman parte de nuestra vida para que nunca perdamos la fantasía.

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Episodio 30 de Cuentos para Tejer Sueños: ‘Las hadas de colores’

Había una vez un país llamado Fantasía, donde vivían hadas de colores, duendecillos, brujos y brujas que no querían que el reino de la Fantasía estuviera lleno de color y alegría.
Lumilda era una bruja que vivía sola en su castillo y se enfadaba mucho cuando contaban cuentos a los niños.

– No quiero que cuenten cuentos a los niños porque aprenderán a escuchar, tendrán imaginación, fantasía, ilusión y lo que es peor, buenos sentimientos en su corazón. ¡No dejaré que ocurra eso!, ¡Tengo que hacer algún hechizo!

Entró en su castillo, cogió su libro embrujado y con voz muy fuerte dijo:

– Brujos y brujas que queréis el mal, 
que mi voz podáis escuchar,  
nuestra magia tenemos que unir, 
para que en el mundo de la realidad, 
cuentos no se vuelvan a contar.

Cuando dijo esto, en el cielo se vieron relámpagos y se escucharon truenos, la magia de los brujos se había unido y el hechizo de Lumilda se había cumplido.
Y desde ese momento, en el mundo de la realidad no se volvieron a contar cuentos.

El Hada Arco Iris había visto lo que había hecho Lumilda y fue a contárselo al Hada Naranja que era el hada de los niños.

– Hada Naranja, Lumilda y los brujos del mal han unido su magia y han hecho que en el mundo de la realidad, cuentos no se vuelvan a contar.
– ¡Eso no puede ser!, llamaré a las hadas de colores, para ver qué  podemos hacer.

Cogió su campanilla mágica y empezó a tocarla: TILÍN TILÍN, TALÁN TALÁN TILÍN TILÍN, TALÁN TALÁN…

Cuando las hadas de colores escucharon la campanilla mágica, fueron al palacio del Hada Naranja y allí se enteraron de lo que había hecho Lumilda.

– ¡No dejaremos que se salga con la suya! – dijeron enfadadas.
– ¡Claro, que no la dejaremos! – dijo el Hada Naranja.
– Nosotras al mundo de la realidad iremos y cuentos a los niños contaremos. De este modo no perderán la fantasía, la ilusión, la imaginación y los buenos sentimientos en su corazón.

Todas las hadas hicieron un coro y con una voz muy dulce cantaron:

– Somos hadas de colores,
que al mundo real iremos,
y allí a los niños,
muchos cuentos contaremos.

Mientras cantaban iban colocando una piedra de color en el centro, entonces de las piedras de colores salieron muchos caminos y cada hada tomó uno distinto, que las llevaría al mundo de la realidad para contar cuentos a los niños.

Gracias a las Hadas de colores, los niños pudieron seguir escuchando cuentos.

Sagrario Martín Moreno